Cáncer de mama: piense en la prevención
Un nuevo estudio confirma los beneficios de los ácidos grasos omega-3
Los beneficios de los ácidos grasos poliinsaturados están bien establecidos. Mientras que los omega-6 se aportan fácilmente con una dieta variada y equilibrada, no puede decirse lo mismo de los omega-3. Una dieta pobre en pescado azul (menos de dos veces por semana) y frutos secos es probablemente deficitaria en omega-3.
Una publicación de enero de 2020, in vivo, estudió la importancia de una proporción equilibrada de omega 3 y 6 como factor de riesgo de cáncer de mama en la población polaca.
El cáncer de mama es actualmente una enfermedad frecuente, que representa la principal causa de muerte por enfermedad en las mujeres occidentales. El objetivo de este estudio era avanzar en el conocimiento de ciertos factores nutricionales y medioambientales fácilmente modificables que podrían considerarse como factor de prevención.
El estudio se llevó a cabo en 201 mujeres polacas con cáncer recién diagnosticado (edad media 58 años) y un grupo de control equivalente de mujeres sin la enfermedad. El estudio se basó en entrevistas en profundidad sobre las características de la dieta y el consumo de grasas de cada mujer, así como en un amplio cuestionario que evaluaba diversas características sociodemográficas, clínicas y de estilo de vida
Los resultados confirmaron que cuando el consumo de grasas poliinsaturadas era elevado y regular (más del 10% de la ingesta energética), el riesgo de desarrollar cáncer de mama era significativamente menor. Un consumo bajo de ácidos grasos omega-3 y una ingesta escasa de pescado, combinados con el sobrepeso, se asociaron a un mayor riesgo de cáncer de mama. Las mujeres que vivían en zonas rurales tenían un riesgo significativamente mayor (dificultad para obtener marisco) que las que vivían en zonas urbanas.
Un consumo elevado de ácidos grasos poliinsaturados, en particular omega-3, es esencial para prevenir el riesgo de cáncer de mama. El sobrepeso es un factor de riesgo. También suele estar correlacionado con una mala relación O3/O6.
Estos resultados apoyan la necesidad de suplementos de omega-3 en mujeres con una ingesta de pescado baja o irregular (menos de 2 veces por semana), o en aquellas con sobrepeso.
Es importante seleccionar cuidadosamente los omega-3 que aporta la suplementación: deben estar libres de metales pesados, concentrados, no oxidados y, a ser posible, proceder de una pesca sostenible. Para no equivocarse, recuerde seleccionar productos con la etiqueta Epax, XO® o de pesca sostenible y responsable.